El bebé empieza a moverse con más fuerza a partir del 3er mes, que es cuando sus músculos van tomando forma y el bebé se mueve para tonificar su cuerpo.
Las mujeres que ya hayan estado embarazadas antes reconocen con más facilidad los movimientos del bebé y pueden empezarlo a notar a partir del 3er mes.
Lo más habitual pero es que lo notes a partir del cuarto y con claridad a partir del quinto.
De hecho, lo que ocurre es que al principio lo notas pero no estás segura de si es él.
Muchas mujeres describen la sensación inicial como el movimiento de una culebrilla o el aleteo de una mariposa.
A mí me recordaba al movimiento que sientes cuando tienes hambre, pero mucho más suave. Como lo notas al principio de manera muy esporádica, no sabes si se trata del bebé.
A medida que el bebé crece, los movimientos son claros y no te queda ninguna duda. Sobretodo porqué tus tripas no te pegan patadas ni codazos. : )
Verás que cuando lo notas con claridad hay distintos tipos de movimientos:
- Movimiento más fluido: como si el bebé se estirara o se diera la vuelta.
- Golpes: suelen ser patadas, codazos o cabezazos secos.
A medida que el bebé ocupa más espacio, estos movimientos no sólo son percibibles por ti, sino por cualquier persona que ponga su mano sobre tu barriguita.
Es importante que aproveches estos momentos para que el papá pueda notar al bebé.
Piensa que el embarazo es un vínculo muy íntimo que une a la madre y al bebé. La madre lo nota, lo conoce antes de nacer y eso hace que el tránsito hasta que tienes al bebé en tus brazos sea paulatino.
En cambio, el padre pasa de no tener nada a tener un bebé. Para que viva también el embarazo es importante que le hagas partícipe de todo aquello que pueda notar, que vaya contigo al médico y que note como se mueve.
Cada bebé tienes sus propias pautas de sueño, verás que el tuyo tiene sus horarios y que normalmente lo notas a las mismas horas.
Hay mamás que los notas mucho a primera hora de la mañana.
Lo más habitual es que se muevan mucho por la noche cuando te acuestas. Esto es debido a que te quitas la ropa de calle y al ponerte ropa más holgada y tumbarte en la cama, él también se relaja y puede estirase a gusto.
Yo lo notaba mucho también cuando tenía hambre o si algo me ponía nerviosa.
De hecho, es muy divertido ir al cine y ver como se agita cuando la música o los efectos especiales suenan más alto de lo normal.
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