Durante el embarazo se produce un aumento de peso, pero además localizado en zonas muy concretas. El crecimiento de la barriguita, hace que cambiemos la postura corporal para encontrar un nuevo puento de equilibrio.
Hay que decir también, que este aumento de volumen hace que algunas tareas cotidinas sean mucho más complicadas: fregar los platos (no puedes acercarte demasiado al fregadero), atarte los zapatos o cortarte las uñas de los pies, agacharte...
Este cambio postural puede conllevar dolor de espalda.
En las clases de preparación al parto, hay una parte en la que te explicarán que posturas debes vigilar para no dañarte la espalda.
Básicamente se tratan de las mismas recomendaciones que se hacen a cualquier persona que haya hecho rehabilitación para la espalda:
- Cuando tengas que estar un buen rato de pie: ves alternando el peso en cada pierna.
- Cuando friegues los platos, te laves los dientes...: flexiona ligeramente las rodillas para mantener la espalda recta.
- Agáchate sin doblarte hacia delante (no vas a poder por la barriga) ni de lado. Dobla las rodillas y baja con la espalda recta.
- Si tienes que planchar: usa una caja de zapatos y apoya uno de los pies encima. Ves alternando los pies y ya verás como te relaja la espalda.
- No cruces las piernas al sentarte.
- Usa zapato cómodo, con tacón bajo y que sujete el tobillo.
En este caso, no puedo decir que se vaya a pasar tras el parto. En realidad, tras el parto el dolor de espalda seguramente continuará pero por otro motivo: nuestro bebé.
Y tendrá mucho que ver cómo le cogemos y en qué postura le damos el pecho.
La ciática ya es otra historia.
La provoca la presión del útero por su crecimiento. Hemos comentado varias veces el crecimiento del útero... para que te hagas una idea pasa de tener el tamaño de una manzana a tener un tamaño mayor que el de una pelota de básquet.
La ciática es un nervio que recorre todas la pierna, desde la parte superior de la nalga hasta el pie.
Cuando se inflama, duele hasta el punto de hacerte cojear.
Yo sufrí mucho de ciática a la mitad del embarazo. Normalmente suele aparecer más adelante, pero es posible que te duela antes debido a la posición y estiramientos que hace el bebé.
Para sobrellevar la ciática... mucha paciencia.
Lo mejor que puedes hacer es andar al menos una hora diaria, masajearte la zona y descansar cuando llegues a casa.
Por supuesto, este dolor pasará cuando pase el parto.
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