El parto como hemos comentado es un proceso largo, que nadie se imagine que se te va a caer el niño al suelo. : )
Para que nos hagamos una idea, lo habitual es de 10-24 horas en una prímipara (mujer que da a luz por primera vez), y de 8-12 horas en una multípara.
El bebé durante el embarazo está totalmente protegido dentro del seno materno. Está aislado del mundo exterior mediante el tapón mucoso (una gruesa membrana que separa el útero de la vagina, como si fuera una puerta blindada) y la bolsa de líquido amniótico que le proporciona hidratación y una temperatura ideal.
Así que para que el niño pueda nacer, tiene que abrir estas barreras de protección que le aislan del mundo exterior.
Hay tres señales inequívocas para saber que estás de parto:
- Explusión del tapón mucoso: es importante saber que algunas mujeres lo expulsan días antes del parto, incluso puede ser dos o tres semanas. Si eso ocurre, sólo hay que extremar la higiene y evitar ir a la playa, piscinas... para evitar contagiarse de una infección, ya que el bebé está menos protegido. La expulsión puede ser total, perdiéndolo de golpe o bien parcial e ir expulsando poco a poco una espécie de flujo más denso de lo normal que puede contener vetas marrones.
- Rotura de la bolsa del líquido amniótico: La rotura sí suele indicar un parto inminente, y con inminente me refiero a las próximas 12 ó 24 horas. La rotura de la bolsa también suele estar acompañada de tópicos, una se imagina que sentirá como si se le cayera un cubo de agua entre las piernas. Pues bien, no tiene porqué ser así.
Existen dos tipos de roturas de bolsa:
- Aguas bajas: la bolsa se rompe por la parte inferior y más cercana a la vagina. Si ocurre así, sí que es probable que veas como cae agua de repente, como si se pinchara un globo gigante de agua.
- Aguas altas: la bolsa se rompe por la parte superior, por encima del bebé. En este caso, como el bebé está en medio el agua no cae de golpe sinó poco a poco porqué tiene que pasar al lado del bebé. En este caso es como si tuvieras una superregla de agua transparente que no deja de caer.
Yo rompí aguas bajas y estuve expulsando agua durante 5 horas. Al principio utilicé compresas pero como me las tenía que cambiar a los pocos minutos, opté por usar toallitas de tocado, que al menos me duraban media hora.
El color del líquido amniótico es ámbarino. Es decir, no es transparente sinó de un color amarillento clarito y es prácticamente inoloro.
- Contracciones: Las contracciones son reconocibles. Durante el embarazo, y muy especialmente durante los últimos meses, habrás notado algunas.
Las contracciones que se notan al final del embarazo suelen ser indoloras y lo que notas es que durante unos segundos la barriga se pone muy dura y luego se relaja.
Estas contracciones son las contracciones de Braxton Hicks. Estas contracciones son como un tipo de entrenamiento del útero que se prepara para el parto.
Las que se producen durante la recta final del embarazo pueden incluso ablandar el cuello del útero, afinarlo e incluso causar algunos centímetros de dilatación. Esto significa que el parto está próximo, puede ocurrir en unos días y que hay trabajo ya adelantado, con lo cuál el parto no durará mil horas sinó que tendrá seguramente una progresión más rápida.
Estas contracciones son esporádicas e irregulares. Es decir, puedes notar algunas durante el día, durante un ratito. Si te causan molestias puedes probar a cambiar de posición. Es decir, si estás sentada, túmbate un rato o camina un poquito y enseguida se irán las molestias.
Cuando estás de parto, las contracciones no paran aunque cambies de posición y son regulares, es decir siguen un patrón temporal.
Las contracciones de parto son regulares. Es decir, cuando las empiezas a notar con el reloj en mano puedes ver que se repiten cada cierto tiempo. Suelen empezar con un patrón de 20 o 15 minutos y van acercándose hasta el momento del parto. En el momento del pujo, es decir, cuando debes empujar para ayudar al bebé a nacer, se dan más de una en un minuto.
Las contracciones duran aproximádamente un minuto: empieza la contracción y el dolor va aumentando hasta que llega el cénit y poco a poco el dolor va decreciendo hasta desaparecer por completo.
Cada mujer las percibe de una manera distinta. En mi caso, casi no noté contracciones, eran muy separadas temporalmente, como cada 10-8 minutos durante 4 horas y no eran muy dolorosas. Era como un dolor de regla fuerte que iba y venía.
Cuándo debes ir al hospital o llamar a la comadrona?
La comadrona te dirá en los últimos controles en que caso debes llamarla.
Pero por si acaso aquí vienen unas recomendaciones:
- Cuando rompas aguas.
- Cuando sientas contracciones regulares cada 10 minutos durante una hora seguida.
- Si sientes un dolor intenso, tengas o no otro síntoma.
- Si en la rotura de aguas ves un color que no sea el amarillento casi transparente o si hiciera un olor fuerte y desagradable.
En cualquier caso, no debes alarmarte. Para tu tranquilidad siempre puedes irte al carrerón a un hospital o llamar inmediatamente a tu comadrona y ginecólogo ante cualquier duda. Para eso están, así que si no te sientes bien y no estás segura que hacer, llámalos sin dudar.
domingo, 11 de octubre de 2009
Colocación del feto y tipos de parto
Durante el embarazo, el bebé va cambiando de posición.
Durante los primeros meses, es tan pequeñito que va dando vueltas en tu interior.
A medida que crece no puede girarse con tanta facilidad.
En el segundo trimestre suele estar en posición transversal, es decir, atravesado en tu barriguita. Puedes ser que notes alguna molestia, es totalmente normal, ya que dependiendo de la posición ejerce más presión en la parte baja del útero.
Durante el tercer trimestre el bebé suele ponerse boca abajo, simplemente por un hecho de gravedad, la cabeza es la parte más pesada del bebé y su peso hace que gire y se ponga boca abajo.
El bebé puede girarse en cualquier momento, es decir, pese al peso de la cabeza si está cómodo en otra posición puede quedarse atravesado o boca arriba hasta el final del embarazo y darse la vuelta durante el parto o no darse la vuelta.
Según la presentación del bebé, hay diferentes tipos de parto:
- Cefálica: el bebé presenta primero la cabeza. Es la presentación habitual y representa más del 90% de los partos.
- Transversal: el bebé está atravesado. Es la presentación más extraña puesto que por su tamaño no está cómodo en esta posición.
- Podálica o de nalgas: el bebé está boca arriba y presenta primero el culito o los pies.

Un bebé puede nacer con ayuda del ginecólogo en posición de nalgas. Aún así, para evitar posibles complicaciones y porqué muchos ginecólogos no tienen experiencia en este tipo de partos se suele practicar una cesárea.
Mi bebé estuvo en posición transversal durante la mitad del embarazo. Luego se dió la vuelta y se quedó de nalgas hasta el parto.
No se dió la vuelta durante el parto y cómo yo no dilataba a un buen ritmo para propiciar un parto de nalgas, acabaron practicándome una cesárea.
Lo mejor de mi embarazo fue el apoyo de todo el equipo que me trató y la confianza que todos teníamos en que haríamos lo posible para que el bebé naciera por parto natural. Finalmente no pudo ser así, y de nuevo fue importante su apoyo para hacer que la cesárea no fuera un trago amargo después de todas las expectativas que yo tenía de tener un parto natural.
Por eso las expectativas pueden ser tan peligrosas, lo más importante del parto es que en breve conocerás a tu bebé y eso pasará igual, tanto si tienes parto natural como cesárea. Gracias a la epidural estás despierta durante la operación y puedes ver a tu bebé nada más nacer.
Durante los primeros meses, es tan pequeñito que va dando vueltas en tu interior.
A medida que crece no puede girarse con tanta facilidad.
En el segundo trimestre suele estar en posición transversal, es decir, atravesado en tu barriguita. Puedes ser que notes alguna molestia, es totalmente normal, ya que dependiendo de la posición ejerce más presión en la parte baja del útero.
Durante el tercer trimestre el bebé suele ponerse boca abajo, simplemente por un hecho de gravedad, la cabeza es la parte más pesada del bebé y su peso hace que gire y se ponga boca abajo.
El bebé puede girarse en cualquier momento, es decir, pese al peso de la cabeza si está cómodo en otra posición puede quedarse atravesado o boca arriba hasta el final del embarazo y darse la vuelta durante el parto o no darse la vuelta.
Según la presentación del bebé, hay diferentes tipos de parto:
- Cefálica: el bebé presenta primero la cabeza. Es la presentación habitual y representa más del 90% de los partos.
- Transversal: el bebé está atravesado. Es la presentación más extraña puesto que por su tamaño no está cómodo en esta posición.
- Podálica o de nalgas: el bebé está boca arriba y presenta primero el culito o los pies.

Un bebé puede nacer con ayuda del ginecólogo en posición de nalgas. Aún así, para evitar posibles complicaciones y porqué muchos ginecólogos no tienen experiencia en este tipo de partos se suele practicar una cesárea.
Mi bebé estuvo en posición transversal durante la mitad del embarazo. Luego se dió la vuelta y se quedó de nalgas hasta el parto.
No se dió la vuelta durante el parto y cómo yo no dilataba a un buen ritmo para propiciar un parto de nalgas, acabaron practicándome una cesárea.
Lo mejor de mi embarazo fue el apoyo de todo el equipo que me trató y la confianza que todos teníamos en que haríamos lo posible para que el bebé naciera por parto natural. Finalmente no pudo ser así, y de nuevo fue importante su apoyo para hacer que la cesárea no fuera un trago amargo después de todas las expectativas que yo tenía de tener un parto natural.
Por eso las expectativas pueden ser tan peligrosas, lo más importante del parto es que en breve conocerás a tu bebé y eso pasará igual, tanto si tienes parto natural como cesárea. Gracias a la epidural estás despierta durante la operación y puedes ver a tu bebé nada más nacer.
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